Testimonios

 

Recuerdo el día, en la iglesia de Sierra Maestra, en que llegué entre semana para un proyecto con las Dorcas. Fue entonces cuando me presentaron al hermano Leonel. Inmediatamente percibí en él a una persona distinta: poseía un porte príncipesco a pesar de su vestimenta sencilla, un rostro noble y un tono de voz suave. Aquella fue, por el momento, mi primera impresión. Más tarde, supe que impartía clases los domingos por la mañana, y me dije: "Tengo que escucharlo". Al asistir y oírle explicar las Escrituras con una profundidad y una claridad admirables, mí alma quedó arrobada por él, su enseñanza llenó mi alma de palabras de vida. Desde ese instante, no he podido dejar de escucharlo y leerlo, hasta convertirme en su más fiel seguidora.

     

María Nelly Moreno

 

Tengo una confianza absoluta en el profesor Leonel González, ya que he visto como se deja guiar plenamente por el Espíritu Santo. He sido testigo de cómo, cuando habla, actúa en obediencia a lo que Dios le indica, y todo lo que hace está fundamentado en la Biblia. Me conmueve profundamente el amor y la devoción que profesa hacia nuestro amado Cristo. La familiaridad y seguridad con la que se maneja en las Escrituras me dan a mí, a su vez, la certeza para confiar en cada una de sus palabras y en todos sus llamados.

     

Heidy Andrades

 

Mi vida transcurría sumida en un sistema de dolor y desesperanza, cargando un peso que parecía no tener alivio. Todo cambió cuando, en la Iglesia Adventista, conocí a Leonel González. Desde aquel momento preciso, una paz profunda inundó mi corazón. Hoy estoy completamente convencida de que él encarna el Espíritu de Profecía para este tiempo del fin; un enviado de Dios para guiarnos hacia la verdad. La primera vez que lo vi, su rostro resplandecía cubierto por una luz gloriosa que confirmaba en mi espíritu: "tú eres el enviado de Dios". A través de su ministerio, he llegado a conocer a Cristo de una manera tangible y he experimentado la unción del Espíritu Santo como nunca antes. Gracias a él, ahora habito en un sistema maravilloso, rodeada de una familia espiritual que me ama y me sustenta. Leonel González, tú eres la luz que nos guía directo hacia Cristo, nos muestras que Dios reina y que pronto iremos con Él. Doy gracias al Cielo por haber puesto mi vida en las manos del Espíritu de Profecía para este tiempo final.

     

Lidimar Vera